Leyendas de Toluca, Metepec y sus alrededores

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Leyendas de Toluca, Metepec y sus alrededores

Estas narraciones se localizan en el lugar en que sucede el acontecimiento. Lo más importante de ellas es hacer resaltar el lugar en que acontece este relato. Generalmente son cerros, montes cuevas, lugares encantados donde hay tesoros escondidos.

Las primeras narraciones que aquí se consignan están muy ligadas a la topografía de la ciudad de Toluca:
El cerro de la Teresona y
El cerro del Toloche.

Se dice que:
La Teresona es una ciudad encantada
En el cerro del Toloche vive el diablo.

Las tradiciones que aquí se consignan se presentan en esta forma:
a) Cerros
1. La Teresona
2. Cerro del Toloche
3. Cerro del Murciélago
b) Cuevas
c) Encanto
d) Tienda
e) Campana
I) Cruz
g) Tesoros

LA CUEVA TERESA
(500)

Entre los montes de la exhacienda de La Huerta está una loma llamada Cerro Teresa.
Se cuenta que un matrimonio de Zinacantepec tenía una yunta de bueyes. Esa yunta, un día se les perdió, preguntaron por todos lados pero nadie les dio razón. Entonces se les ocurrió seguir el rastro que los animales habían dejado y así pudieron llegar hasta donde éstos estaban. Cerca de ellos estaba una niña llamada Teresa, lavando.
Ellos le preguntaron que dónde vivía y ella les contestó que vivía en una cueva. La niña a su vez les preguntó qué andaban haciendo por allí y ellos le respondieron que andaban buscando la yunta que estaba cerca de la cueva. Que era de ellos.
La niña les contestó:

-“Es verdad, yo fui por ella y para que se las regrese, necesitan llevar esta gran piedra al Nevado de Toluca”.
La pareja aceptó y cumplió con lo que la niña pedía pero llegando a la laguna la niña les pidió que con su yunta la pasaran por enmedio de la laguna hasta el otro extremo. La niña les advirtió que nada les pasaría, pero que se les tenían que caer los pantalones, que iban a oír que les gritaban, que iban a oír muchas voces. pero que no voltearan.
Al oír todo esto, el señor se resistió y ya no quiso pasar a la niña.
La niña les dijo:
-“Mire usted señor, esta es una ciudad encantada, cada peña es un edificio y cada piedrita chiquita es una persona”. “Si usted hace lo que le pido, la ciudad volverá a ser la de antes”:

Como el matrimonio se negó, la niña se perdió en la laguna junto con la yunta de animales. La pareja volvió a su casa y desde entonces aquel lugar se llama .
LA CUEVA TERESA
Platica nuestro informante que un pariente suyo, entró en dicha cueva, la cual descubrió por casualidad porque él era pastor. Les contó que dentro de la cueva hay pilares y corredores donde amarran los caballos que al fondo de la cueva se encuentra una puerta, de la misma roca; con una argolla para abrirla. Este señor jaló la argolla e intentó entrar pero no lo hizo porque oyó una voz que le decía:
-“Si intentas abrir la puerta y quieres llevarte lo que deseas, te llevas todo o no te llevas nada”. Como no vio quién le hablaba, tuvo miedo y salió corriendo. Llevó tal susto que al poco tiempo murió.

EL CERRO DE LA TERESONA
(500 a)

En Toluca, en el cerro de la Teresona, por el lado de la carretera Circunvalación, hay un camino que va para Santiago Tlaxomulco. Enmedio de este camino había una casa muy grande en el cerro. Allí vivía una señora llamada Teresa. Esta señora sufrió mucho con su esposo.
Cuando murieron, como no tenían herederos la casa pasó a ser panteón y hasta no hace mucho tiempo dejó de serIo.
Contaban que toda persona que pasaba en la noche o en la madrugada, siempre le salía un perrito chihuahueño blanco y seguía a determinada distancia a los que pasaban por allí. Por eso, muchas personas cambiaban de camino y para llegar a Tlaxomulco bajaban por los Cipreses.
Una persona que se atrevió a pasar varias veces vio que el perrito salía del panteón, lo seguía de lejos y se iba haciendo poco a poco más y más grande y de repente desaparecla.

LA TERESONA
(500 b)

Dicen los de Santiago Tlaxomulco que la Teresona es el ombligo del mundo, que allí hay una ciudad encantada y que quedó así cuando hizo erupción el volcán.

EL CERRO DEL ELEFANTE
(LA TERESONA)
(500 c)

Dicen que debajo del Cerro del Elefante hay una ciudad encantada y se dice que está habitada por el Diablo y que un día que una señora quería verlo, se tuvo que desvestir y se montó en una cabra. Nunca más se supo de ella.

Dicen que la ciudad se llama Tollocan. .

LA TERESONA
(500 d)

En el Cerro de la Teresona, hay una piedra volada, es una piedra plana que si se toca con otra piedra pequeña suena como campana.

EL CERRO DEL TOLOCHE
(5001)

En el Cerro del Toloche, por el lado de Santiago Miltepec, existe una cueva a la que llaman Cueva del Toloche y hace como cien años tenía una abertura como de un metro de altura y para adentro era una especie de subterráneo. Para entrar se tenían que llevar velas. A muchos pastorcitos les gustaba entrar porque decían que “alguien” los llamaba y cuando entraban sólo caminaban como veinte metros porque decían que para adentro estaba muy oscuro.
Se cuenta que hubo un zapatero que haciendo una apuesta con sus amigos, les dijo que como él era el más valiente, iba a entrar. Les preguntó que qué querían que les trajera de seña y ellos le dijeron que una naranja.
Al día siguiente se reunieron todos para acompañar al que iba a entrar a la cueva. Se cuenta que el zapatero entró a las siete de la mañana, saliendo a las ocho de la noche con la naranja que había prometido llevarles.
Sus amigos le preguntaron que qué cosas había visto y él les contestó que al entrar lo recibieron dos catrines preguntándole qué quería; ofreciéndole dinero, lo que él quisiera pero que para que se lo dieran tenía que dejar su firma escrita con sangre de la vena de su mano izquierda.
El contestó que no iba por dinero, que iba solo por una naranja que les había prometido a sus amigos y ellos contestaron que para que se la pudiera llevar, tenía que hacer lo que ellos le ordenaran.
Lo primero que tuvo que hacer fue sentarse en una silla que era de víbora. Los catrines le dijeron: “Ya sabes que si al sentarte no te muerde la víbora, puedes llevarte la naranja y podrás salir, y si no; ya no sales”.
El zapatero se paraba y se sentaba a fin de evitar que lo mordiera la víbora. Viendo los catrines que la víbora no podía morderle, le dijeron que ya se levantara. El hombre se levantó sudando por el esfuerzo que había hecho para librarse de las mordeduras. Después le dijeron: -“Ahora te toca sentarse en una acémila y tienes que correr a la orilla de una laguna que tiene un chaflán alrededor .
El zapatero, contó a sus amigos; que se enredó la crin en una mano y con la otra le pegaba a la acémila en la cabeza, para que no lo aventara al agua. Viéndolo ya cansado, los catrines .se compadecieron de él y le dijeron que ya se bajara.
Habiendo vencido estas pruebas, los catrines lo llevaron a ver montones de dinero, árboles frutales de todas las especies. El cuenta que vio un paraíso. Le decían:
-“Llévate lo que quieras pero tienes que dejar tu firma con sangre de la vena de tu brazo izquierdo”. El zapatero les volvió a repetir que no quería dinero, que la apuesta que él había hecho era de una naranja. Entonces ya le permitieron cortar la naranja que él quería. Cuando ya la tenía en la mano el zapatero les dijo con palabras groseras:
-“Conforme me fueron a encontrar, váyanme a dejar”. El hombre sintió que lo tomaban de los dos brazos y lo llevaban volando. De repente se vio fuera de la cueva. Salió espantado y vio que sus amigos estaban esperándolo fuera de la cueva. Llevaba la naranja en la mano como prueba de que había ganado la apuesta,
Cuentan que después de algún tiempo el zapatero desaparecio.
El mencionado cerro lleva ese nombre porque cuentan que había dinero. Creyendo los vecinos del pueblo que era obra del demonio, acordaron reunirse con el objeto de ir a ver a los padres misioneros para que conjuraran la entrada.

EL CERRO DEL TOLCHE
(502)

En Santiago Miltepec se cuenta que existía un espíritu maligno en el cerro llamado del Toloche, en el cual existe una cueva donde se dice que vive el Diablo que se transforma en un animal parecido al chivo.
Abajo de esa cueva pasaba el camino que conducía a Toluca y se cuenta que las niñas que transitaban por ese camino, a mediodía; desaparecían misteriosamente, atribuyéndole dicha desaparición al chivo por lo que después de la pérdida de tantas víctimas, el pueblo se alarmó y se vio en la necesidad de solicitar los auxilios eclesiásticos.
Concediéndoles dicha petición se mandó un sacerdote, el cual fue a conjurar dicha cueva la que fue tapada con mampostería de piedra, poniéndole una cruz de madera en el exterior, la cual existe todavía.

EL CERRO DEL TOLOCHE
(503)

Al norte de la ciudad de Toluca, en el cerro del Toloche; existe una cueva en la cual hay mucho dinero. Su entrada está guardada por un chivo negro con ojos brillantes.
Cuando alguien quiere conseguir dinero, va por la noche a la entrada de la cueva, allí se encomienda al Diablo y éste se le aparece en forma de chivo y le pregunta qué quiere.
La persona que solicitó la entrevista le hace su petición y el chivo le deja libre la entrada y lo primero que ve son montones de dinero, oro y plata. Coge todo lo que puede, se lo echa en las bolsas del pantalón, del saco, en sus manos lleva todo lo que puede abarcar y al querer salir, se encuentra en la puerta nuevamente al chivo que le dice: “Todo o nada”, Es decir que si quiere dinero, se lo tiene que llevar todo y si no puede, lo tiene que dejar .
La persona que entró, con mucha tristeza; tiene que vaciar sus bolsillos y entonces ya puede encontrar la salida.

EL CERRO DEL MURCIELAGO
(504)

En Zinacantepec hay un cerro que se llama del Murciélago. Le llaman así por la cantidad de estos animales que viven en sus cuevas. Además, se dice; que en este cerro vive un murciélago, el cual es muy maligno porque está encarnando al Diablo. Dicho murciélago mata y roba los animales de los pueblos cercanos. La cueva le sirve de escondite al murciélago asesino.
Se dice que la cueva es maligna y que el que entra queda automáticamente encantado. El encanto consiste en que al entrar no se ve oscuridad como desde afuera se observa, sino que dentro se ve una ciudad en la cual hay tabernas, comercios y hermosos jardines.
Esta cueva tiene dos prolongaciones: una que sale al Cerro de la Teresona y otra que se dirige a Almoloya de Juárez. Los hombres, por la ambición del dinero; entran a esa cueva para adquirir buena suerte en el trabajo, en el amor y además riquezas firmando a cambio un contrato con el Diablo.
Una vez un hombre vio que su amigo, siendo tan pobre como él; de la noche a la mañana tenía mucho dinero. pensó que si le quitaba un poco él no lo iba a notar. Una noche se introdujo en su casa, y tomó algunas monedas de oro. Después le entró el arrepentimiento y fue a ver al cura y al entregarle las monedas que había robado y emprender una precipitada huida, las monedas se convirtieron en piedra.

EL CERRO EL CALVARIO
(505)

En el cerro de Metepec hay una cueva donde la gente dice que hay muchas riquezas. En cierta ocasión un muchacho tenía un amigo que lo invitó a ir a la cueva. Cuando llegaron y entraron le dijo a su amigo:
-“Toma lo que quieras, hay mucho oro, diamantes, perlas; lo que tú quieras”.
El muchacho tomó una máscara que le agradó porque brillaba bastante, regresó a su casa con la máscara y la colgó en la pared.
Un día que fue a misa, cuando iba a entrar a la iglesia; sintió que alguien lo jalaba y vio con asombro que tenía la máscara bajo el brazo. Se regresó a su casa y la colgó nuevamente en la pared. Volvió a la iglesia y pasó lo mismo, sentía que alguien lo jalaba y tenía la máscara bajo el brazo y así le sucedió varias veces hasta que ya aburrido, volvió ala cueva a dejar la máscara pero cuando entró ya no pudo salir porque al momento se le desapareció la en- trada.
Del muchacho no se volvió a saber en el pueblo.

MASCARA
(506)

Cuenta nuestro informante que un día varios jóvenes de San Bartolomé Tlaltelulco se fueron al cerro a tocar una piedra muy grande y al instante la piedra se hizo a un lado dejando ver un túnel en el cual había mucho dinero en oro, plata y joyas.
Todos fueron tomando lo que quisieron y el tatarabuelo de nuestro informante que iba entre los jóvenes; tomó una mascarita y se la llevó bajo el brazo. Al llegar a su casa la colgó en la pared.
Al día siguiente, cuando iba a misa; sintió que alguien lo jalaba, volteó pero no vio a nadie. Entonces se dio cuenta que llevaba bajo el brazo la mascarita. Regresó a su casa a dejarla, sin saber cómo había llegado a sus manos.
Así el incidente se repitió varias veces, siempre que quería entrar a la iglesia, alguien lo jalaba y tenía la máscara bajo el brazo. Asustado quiso arrojar la máscara a la barranca pero al hacerlo se fue junto con ella y de inmediato comenzó a oír que la máscara le decía: -“Llevame al lugar donde me hallaste”. Entonces, presa de pánico; empezó a rezar y de inmediato se desapareció la máscara.

LA CUEVA DEL CHIVO
(507)

Al suroeste de Tenango hay una cueva a la que le llaman la cueva del chivo porque según dicen allí habitaba un chivo viejo. Se cuenta que ese chivo tenía la costumbre de salir todos los días, en la mañana; a las doce.
Esta región estaba despoblada pero a veces pasaban algunos leñadores y uno de ellos que se atrevió a seguir al chivo cuenta que entró a la cueva, recorrió un pasadizo secreto, maloliente y húmedo pero al llegar a una parte más amplia encontró a uno y otro lado una gran cantidad de joyas, oro, plata, ídolos de piedra y obsidiana. Contempló todas esas riquezas pero sabiendo que no debía tomar nada se regresó a buscar la salida. Se dice que esas joyas pertenecieron a un indio matlatzinca que las guardó y que dijo que el hombre que entrara a esa cueva siguiendo al chivo, podría ver todas las rique zas que había adentro pero que si se le ocurría tomar algo, jamás podría salir. Se cuenta que la cueva tiene alrededor de un kilómetro de largo a lo ancho que da la cueva, lleno de puras joyas. Después de que murió el chivo, nadie más ha podido entrar a la cueva.

LA CUEVA DEL CHIVO
(508)

Cuentan que en Tenango, en un cerro que haya la orilla del pueblo; existe una cueva que guarda tesoros fabulosos y que nadie ha penetrado en ella.
La llaman la cueva del chivo porque en ella habita un chivo que cuando sale, inmediatamente se mete por una abertura muy estrecha.
Esta abertura, según cuentan; sólo se ensancha una vez al año para cerrarse inmediatamente y abrirse sólo hasta el año siguiente.

LA CUEVA DEL CHIVO
(509)

En Chapultepec, en el Cerro del Chapulín; hay una cueva en la que dicen que hay un chivo y que el que quiere entrar, tiene que besarlo para que el animal le deje libre la entrada.
Dentro de la cueva hay un lago y enmedio de él una niña que tiene un cabello tan grande que cubre el lago.

Se cree que allí hay una huerta y que en tiempo en que no hay fruta, sólo allí se encuentra.

LA CUEVA DEL CHIVO
(510)

Al suroeste del pueblo de Tenango hay dos rocas gigantescas que forman una cúpula y se cuenta que allí hay una gruta subterránea y que allí sale un chivo que es el demonio.
Varios hombres que han entrado a dicha cueva dicen que para entrar no deben encomendarse a Dios, ni siquiera acordarse de él porque si no no podrán entrar, deben encomendarse al chivo. Esta gruta cruza por el cerro y la atravieza un río subterráneo. La gruta continúa hasta salir a un pueblo llamado Tetitla.
Dicen que los hombres que llaman al Demonio, cuando él se presenta; sienten miedo porque él los agarra de la mano y los lleva por un lugar llamado “La Piedrera” y allí les pega y los apalea.
Otros niños dicen que sólo pueden entrar los que están emparentados con el demonio. Cuentan que un señor que era comerciante, estaba emparentado con el diablo y que siempre iba a la cueva a traer fruta. Esa fruta era de la mejor y por lo tanto él siempre podía vender más y más barato.
Cuentan que cuando este hombre se murió, se formó un viento muy fuerte que abría la caja donde estaba el cadáver y después cesó.

LA CUEVA DEL CHIVO
(511)

En Santiago Miltepec, durante las fiestas del Santo Patrón; los Mayordomos se encargan de ir a Malinalco a traer caña de castilla para repartirla entre la gente que asiste a la misa en honor de Santiago Apóstol.
Una de las personas que fungía como mayordomo le gustaba beber mucho y era muy desatendido en sus obligaciones.
Sus compañeros le avisaron que pronto tendrían que hácer el viaje para traer la caña.Sin embargo, pocos días antes de efectuarlo; el señor se andaba corriendo una de sus acostumbradas parrandas por lo cual sus compañeros tuvieron que realizar el viaje solos, pero antes de irse le advirtieron que fuera como fuera él tendría que entregar la parte de caña que le correspondía para el día de la misa.
Cuando pudo recapacitar este señor, se dio cuenta de que mientras sus compañeros ya estarían de regreso; él no podría ir y regresar a tiempo de cumplir con su obligación. Huyendo de la burla y el castigo de su irresponsable conducta, se fue a refugiar al Cerro del Toloche; a la cueva del chivo y se cuenta que allí se encontró con un ser maligno que al verlo desesperado le preguntó que cuál era la causa. Cuando se la explicó, el ser maligno lo invitó a entrar a la cueva y allí le dio a escoger de la mejor caña que tenía con lo cual tuvo suficiente para regresar contento al pueblo y cumplir su promesa.
Cuando llegó, sus compañeros ya estaban explicando a la gente la ausencia de su mal amigo. Al verlo llegar con la caña que le correspondía le preguntaron por el camino que había tomado ya que ellos no lo habían encontrado ni de ida ni de regreso.
El, con cierto gesto de burla; les contestó que por el mismo camino de siempre, narrándoles todas las peripecias que, imaginariamente; le habían ocurrido.
Tiempo después, sus compañeros decidieron investigar de qué medios se había valido su amigo para cumplir con su tarea, logrando, después de muchos trabajos; saber lo que realmente había ocurrido en la Cueva del chivo.

LA CUEVA DEL CHIVO
(512)

A mí me contó la señora Alicia Muciño, o sea mi mamá; dice nuestra informante; que en San Francisco Totoltepec, mi pueblo; había una cueva donde habitaba el Diablo, le llamaban cueva del chivo.
Esta cueva se abría todas las noches y los que entraban en ella queriendo encontrar riquezas tenían que salir de inmediato porque de lo contrario, como la entrada de la cueva se cerraba al instante; se quedaban allí todo un año y cuando al fin podían salir, morían a los pocos días.

ENCANTO
(513)

En Capulhuac, cerca del molino llamado San Cayetano; había un encanto que cada tres de mayo, a las doce del día se abría.
Quien entraba allí se vendía con el Diablo y éste no dejaba de perseguirlo hasta su muerte.
Al abrirse este encanto salía un charro y ya adentro se veía la Plaza de Santiago y luego una huerta con distintas frutas, más adentro mujeres con cadenas y cazos de chicharrón.
Al salir el individuo que había hecho pacto con el diablo le daban maíz que se iba a transformar en dinero y en la puerta le sacaban sangre para firmar el pacto.

ENCANTO
(514)

Dicen que antes, en San Francisco Totoltepec; existía una cueva grandísima, que allí iba mucha gente. Se abría una sola vez al año, salía un hombre vestido de charro a recibirlos, les daba cosas de comer, todo lo que querían pero solamente tenían una hora para tomar lo que deseaban porque terminado el plazo, se cerraba la entrada de la cueva y tenían que quedarse allí un año.
El que quedaba encerrado un año, al salir; de inmediato se moría.

ENCANTO
(515)

Patricia Muciño nos dice:
Yo soy de San Francisco Totoltepec y allí he oído una plática del Diablo. Cuentan que en el pueblo vecino hay un cerrito donde antes existía una cueva muy grande, en esa cueva vivía el Diablo y cada año la cueva se abría y entraba gente a comprar cosas muy buenas y muy baratas pero debían tener mucho cuidado porque la entrada se cerraba en pocos minutos.
Cuentan que una vez se quedó un señor adentro de la cueva y cuando pudo salir, al año siguiente; de inmediato se murió..

TIENDA
(516)

En Santa María Magdalena Ocotitlán, en el Cerro del Calvario; existe una peña que pesa aproximadamente dos toneladas. Se dice, que anteriormente, en la Semana Mayor; el Sábado de Gloria; las personas que pasaban por ese lugar a las doce de la noche, no encontraban la peña que siempre estaba sino que en su lugar había una gran tienda y la persona que iba a comprar algo, sin saber qué misterio rodeaba a esa peña; no se daba cuenta del tiempo que había permanecido dentro y, lo que para ella habían sido sólo unos minutos; para todos los demás era un año, un largo año que la persona había permanecido dentro.

TIENDA
(517)

Cuentan que en Lerma, había una casa que estaba en el barrio de Guadalupe Atenco. Esa casa era un encanto en forma de tienda que se abría cada año, el tres de mayo y allí había mucha semilla ( frijol, maíz, trigo) .
El que entraba, se tenía que dar mucha prisa pues si se tardaba se tenía que quedar allí todo un año hasta que la tienda volviera a abrirse.

TIENDA
(518)

En San Pedro Tlanixco, en un lugar llamado El Salto, hay una barranca muy profunda en donde corre una hermosa cascada y más al fondo hay una cueva en donde se encuentra un encanto, o sea; que toda persona que llega cerca, se queda allí para siempre.
Este encanto está abierto sólo los días martes y sábados. Muchas personas han ido en esos días en los que saben que está abierto pero no se atreven a llegar hasta el fondo por temor de quedarse allí para siempre.

LA TERESONA
(519)

En Toluca, a las doce del día; en el Cerro Grande o sea la Teresona; se abre una roca y se aparece una laguna con patos y si a alguna persona que pase por allí se le ocurre tocar el agua o los patos, queda encantada.

JICARA
(520)

Al sureste del pueblo de Capultitlán, como a un kilómetro de distancia; en un lugar llamado La Canoa, donde antes había un pequeño lago se dice que se aparecía una jícara y dentro de ella había varios objetos como una escobeta, un peine, un espejo y otras cosas.
Esta jicarita, a menudo; se acercaba a la orilla y si algún ingenuo quería alcanzarla caía al agua y moría ahogado.

CAMPANA
(521)

Se cuenta que en Calixtlahuaca, en la punta del cerro; está enterrada una campana grande y que aunque varias veces han tratado de sacarla, no han podido lograrlo.
Se dice que en una ocasión iban dos tlachiqueros a raspar sus magueyes y que vieron en la punta del cerro un agujero muy grande. Les llamó la atención y se asomaron a ver qué había. Escombraron alrededor, bajaron y vieron una campana grande. Contaron en el pueblo lo que habían visto y la gente se apresuró a ir a ver. Algunos señores llegaron con palas y picos y empezaron a escarbar alrededor de la campana. Ya en la tarde, dejaron de trabajar y baja- ron del cerro.
Al otro día regresaron a continuar con su trabajo pero al llegar vieron que la campana ya estaba más abajo, más adentro. Sin desanimarse empezaron a escarbar nuevamente y en la tarde ya habían logrado ver la cabeza de la campana así es que decidieron irse a descansar a sus casas.
A la mañana siguiente se encontraron con que la campana se había sumido más abajo así es que se dieron por vencidos y ya no intentaron sacarla.
Dicen que ahora está más abajo, mucho más abajo y que cuando suena se oye en los Estados Unidos, por eso siempre que vienen los gringos, siempre van a la punta del cerro a ver la campana. Algunos de ellos han intentado sacarla, llevan sus aparatos para verla y estudiar la forma de hacerlo pero por más esfuerzos que han hecho no lo han logrado y dicen que entre más traten de sacarla, más se hunde.

CAMPANA
(522)

Cerca de Tenango, en un sitio denominado Los campamentos nos cuentan que existía una campana de inmensas dimensiones, hecha de oro puro, que se encontraba profundamente enterrada y cada quince de septiembre dejaba oír su ensordecedor sonido.
Una vez que la quisieron desenterrar, fallaron en su intento porque los grandes cables y las viguetas conque trataban de sacarla se rompieron matando a muchos trabajadores y la campana volvió a caer nuevamente hasta el fondo.
El diecisiete de septiembre de cada año toda la gente del pueblo va a comer a Los Campamentos.

CAMPANA
(523)

Rosario Alva Quintero nos dice :
A mí me contó una de mis amigas que por donde ella vive, subiendo un poco hacia el cerro de Ixtlahuaca, hay una campana enterrada y que en una ocasión, unos señores fueron a sacarla. Estuvieron trabajando todo el día y cuando ya les faltaban unos cuantos metros para tenerla como ya se había hecho de noche; decidieron descansar y dejarlo para el día siguiente; así que se fueron a su casa a dormir .
Muy de mañanita, subieron a terminar su trabajo pero al llegar se llevaron una gran sorpresa al ver que la campána estaba más hundida en el hoyo.
Se cuenta que cada vez que tratan de sacarla se hunde más y más.

CAMPANA
(524)

En Santiago Tlaxomulco cuentan que en el cerro cercano al pueblo se encuentran dos piedras a las que la gente llama: a una La campana porque está en forma de campana, pero extendida en el suelo y si la golpean suena como una campana. Por eso le pusieron ese nombre.
A la otra la llaman La calavera porque tiene la forma de una gran cabeza. Dicen que esa grandísima piedra no está muy bien puesta y que si se llega a caer, puede suceder que tape casi todo el pueblo.
Cuentan que si alguna persona se sube a cualquiera de las dos piedras, que ya no se puede bajar y que si logra hacerlo, cuando baje le va a pasar algo muy malo.

LA CRUZ DE LA MERCED
(525)

En la ciudad de Toluca, en el lugar en donde ahora se encuentra el templo de La Merced, era una hacienda de unas personas muy ricas, abarcaba desde la escuela Morelos hasta la calle de Pedro Ascencio y toda la Alameda.
Donde hoy es el templo, había una Ermita y en ella se veneraba a la Virgen de la Merced. Era una estampa de la Virgen en su marco. Allí los trabajadores de la hacienda iban a oír su misa.
Una vez, haciendo el barbecho, al pasar el arado cerca de la Ermita; levantaron la cruz de piedra, le faltaba un pedacito de los bracitos.
Entonces el patrón y los trabajadores pensaron que ese seria el lugar apropiado para levantar el templo de la Virgen de la Merced.

LA CRUZ DE SAN ANTONIO DE LA ISLA
(526)

Se dice que hace mucho tiempo unos españoles que no eran más que unos ladrones; escondieron un gran tesoro: monedas de oro, máscaras, brazaletes; debajo de donde está la Cruz de San Antonio de la Isla.
Después de enterrarlo salieron huyendo y poco después regresó uno de ellos para apoderarse de todo el dinero y todo lo que allí había escondido pero se encontró con los cadáveres de sus compañeros quienes por la ambición del dinero se habían matado unos a otros.
Al ver esto el hombre se volvió completamente loco y vagó por todo el pueblo hasta que murió. Dicen que este hombre se aparece noche a noche en la Cruz.

LA SANTA CRUZ DE AMATEPEC
(527)

En el templo de San Gaspar, en Amatepec; había una cruz que utilizaban en la Semana Santa para el Viacrucis y como ya estaba muy viejita la substituyeron por otra nueva y esa la guardaron en el almacén con los demás santos viejos.
Pasada la Semana Santa, un día en que el sacerdote había salido a dar misa a otro pueblo llamado San Miguel de los Arrayanes; estaba sola la iglesia cuando de pronto se oyó un ruido muy fuerte; la gente corrió hacia la iglesia a ver lo que sucedía y se encontraron a la Santa Cruz tendida en la mitad de la iglesia, con el Misal, el Crucifijo y los cuatro cirios prendidos. La levantaron, la volvieron a guardar en su lugar, vieron que no hubiera nadie, cerraron la iglesia y se fueron.
Poco después se volvió a escuchar el mismo ruido, volvieron a la iglesia y encontraron la cruz como la primera vez. De nuevo se cercioraron de que no hubiera nadie y un señor del pueblo que no era católico y que no creía que la cruz se hubiera movido sola, fue a su casa y llevó unas cadenas y unos candados para asegurar la Cruz. Cerraron la iglesia y se fueron todos a su casa.
Al poco rato se volvió a escuchar el mismo ruido, fueron a la iglesia y encontraron la Cruz en el mismo lugar que las otras veces. Trataron de levantarla entre todos pero no pudieron. Fueron a avisarle al sacerdote y lo encontraron en el camino, él se bajó del caballo y se fue andando por toda la subida del cerro, llegó donde estaba la Cruz, pidió perdón y entonces ya la pudieron levantar . Desde entonces la colocaron en un nicho, es muy milagrosa y le hacen su fiesta cada año el Lunes de Pascua.

LA TORRE DE LA IGLESIA DE GUADALUPE ATENCO
(528)

Cuando construyeron las torres del templo, una de ellas fue derribada por un rayo un día después de haberla terminado.
Según cuentan los del pueblo esto sucedió porque el diablo estaba allí y no quería que se construyera el templo.
El sacerdote fue a bendecir el lugar , rezó mucho y regó agua bendita. Después volvieron a levantar la torre y ya quedó terminada la iglesia.

TESORO
(529)

Cuentan que en Lerma, en un lugar del barrio de Guadalupe, donde existe una casa vieja cerca del cerro, un joven llamado Angel, cada vez que pasaba por allí; oía una voz que lo llamaba por su nombre pero él no hacía caso hasta que se los contó a sus padres y ellos le aconsejaron que le contestara y así lo hizo.
La noche siguiente, al oír pronunciar su nombre se detuvo y preguntó:
– ” Quién es usted?
-“Yo soy Pascual Bailón”, contestó la voz.
-” ¿Y qué quiere ? ” -preguntó Angel.
-“Quiero que saques este dinero porque es para ti”
-contestó la voz.
– ” Pues entrégalo” -contestó Angel .
“No puedo porque estoy muy incómodo y necesito que tú lo saques”.
Angel trató de sacarlo pero como no pudo hacerlo, al otro día regresó con sus padres para escarbar pero sólo Angel pudo escuchar la voz que le dijo que no lo hicieran porque el único que lo debería hacer era él.
Al oír esto Angel decidió dejar en paz y para siempre este tesoro pero la voz insistió en que sacara el dinero porque era puro oro y estaba destinado para él.
Entonces Angel pensó en decirle al dueño de la casa que rompiera las raíces del árbol en el día para que él pudiera sacar el dinero en la noche. Esto se lo comunicó también a la voz quien le contestó así :
-“Puedes hacer esto que piensas y si ellos sospechan y sacan el dinero, éste desaparecerá y se volverá arena y entonces yo te aviso para que lo vayas a recoger donde ellos lo vayan a tirar”.
El dueño de la casa trozó las raíces, quedando de acuerdo en que le dieran una parte del dinero.
Por la noche regresó Angel y sintió que le saludó una mano fría y oyó que le dijo:
“-No te espantes, ya te vas a llevar el dinero pero antes, necesito que me acompañes al panteón”.
Angel aceptó y se encaminó al panteón solo, pues él no veía a nadie sólo escuchaba la voz. Ya en el camino, la voz le dijo:
-” ¿ Qué tal pesas ?”, y Angel sintió que lo tomó de la mandíbula y de un costado y trató de levantarlo pero como Angel llevaba dos crucifijos la voz le dijo:
-“Para qué cargas tanto, con uno basta”.
Los padres del joven, que lo vigilaban desde lejos, ya no lo veían, sólo veían chispas de lumbre.
Al poco rato, la voz le volvió a hacer a Angel la misma pregunta y trató de levantarlo pero no pudo.
Cuando llegaron al panteón la voz le dijo a Angel que pasara pero él no quiso porque estaba cerrado. Entonces la Voz le dijo:
-“Vete y mañana vas al lugar en donde está el tesoro y me llevas unas flores rojas y un trapo blanco”. “Si no me los llevas, entonces te irás conmigo”.
Después de este diálogo se despidieron y Angel se dirigió a su casa. Les contó todo a sus padres y ellos le llevaron a la iglesia para que se confesara y para que el sacerdote le diera su bendición.
Cuando Angel iba entrando a la iglesia oía una voz muy baja que le decía: “No entres”, “no entres”. Al mismo tiempo sentía que lo detenían pero al fin logró entrar, se confesó y le dieron la bendición pues sus padres aseguraban que era el Diablo el que le hablaba.
En su casa le aconsejaron que llevara agua bendita y la echara en el lugar en donde estaba el tesoro y así podría ganarle al Diablo.
Así lo hizo, por la noche fue otra vez a la cita y después de saludarlo la Voz le dijo:
-“¿ Trajiste lo que te pedí?”
-“No” -contestó Angel y regó el agua bendita en cruz. Entonces oyó que la voz le dijo con expresión de miedo:
-“Ay, ay, ay, me has ganadol”.
Angel sintió que una corriente de aire helado se desprendió de ese lugar, se alejó y al pasar por la casa del joven, sus familiares oyeron algo así como un tropel de caballos.
Esa noche ya no hicieron ninguna excavación sino que fueron hasta la noche siguiente pero ya no encontraron nada, solamente unos huesos humanos y el joven ya no volvió a saber nada del tesoro.
Suponen que el Diablo se llevó el tesoro para otro lado por no haber cumplido sus instrucciones.

LA CASA GRANDE
(530)

Cuentan, en San Pedro Tultepec; que en una casa llamada “La casa grande”; por ser la más amplia del pueblo, vivía un matrimonio que para medir su dinero lo hacía con costales. La esposa era muy avara, muy mala; jamás le daba dinero a los pobres.
La señora tenía un hermano que junto con su marido se dedicaban a despilfarrar el dinero bebiendo.
Un día su hermano y su esposo se sintieron muy mal de tanto beber y ella se ofreció a curarlos. No se sabe qué les dio pero pasado algún tiempo murieron.
Dos años más tarde, al saber que los revolucionarios iban a entrar al pueblo; para evitar que se robaran su dinero, lo enterró en veinte ollas grandes. Al paso del tiempo enfermó y murió sin que nadie supiera dónde había enterrado sus riquezas.
Años después fue a vivir a esa casa la señora María de los Dolores Morales que también era muy rica pero hacendosa y caritativa. Cierta ocasión, al estar haciendo el aseo de la casa; se hundió un ladrillo dejando un boquete en el piso y la señora quedó sorprendida al ver en el fondo del suelo unas ollas muy grandes, repletas de dinero.
Salió corriendo a buscar a su esposo pero en el camino se encontró a un compadre al que le contó todo lo sucedido. Cuando regresó a su casa ya su compadre había sacado las ollas pero en lugar de dinero había encontrado unas piedras muy grandes. Entonces decidieron quebrar las ollas y enterrar aquellas piedras.
La casa fue abandonada, destruyéndose poco a poco. Pasado algún tiempo la casa fue reconstruida por otra familia que la habitó por unos meses.
Una vez que la señora estaba cosiendo se le apareció una culebra delgada, pequeña, de varios colores, que se transformaba en una flama y más tarde en una bola de lumbre que iba rodando hasta perderse.
A cada persona que iba a habitar la casa le ocurría lo mismo por lo que ya nadie se atrevía a habitarla y fue abandonada.
En otra ocasión, a un individuo que pasaba por aquel lugar se le apareció un charro vestido de negro y le dijo que si quería tener dinero lo siguiera pues él sabía dónde habia bastante y lo haría muy rico, pero aquel individuo, conociendo todo lo que se contaba sobre esa casa; huyó despavorido.
Ya calmado se los contó a sus amigos y ellos decidieron acompañarlo, muy interesados en poder obtener el dinero.
Al llegar a la casa abandonada y aparecerse el charro negro, sólo a la primera persona que se le había aparecido podía verlo y le decía que le diera la mano para llevarlo donde estaba el dinero.
El hombre, asustado, prefirió abandonar el pueblo. La casa, en la actualidad se encuentra semidestmida.

SANTIAGO MILTEPEC
(531)

Cuentan que hace tiempo, en Santiago Miltepec; había abundancia de productos agrícolas, fauna y flora.
Cierta vez hizo acto de presencia en el pueblo, un caballero de no malos bigotes, vestido de charro, con el objeto de hacerles saber que si querían seguir disfrutando de esos bienes, sobre todo de la gran cantidad de agua que brotaba del cerro del Toloche; tenían que hacer un trato con él:
“Entregarle anualmente y en el mismo lugar, una joven”.
Las personas divulgaron aquella petición hecha por el sujeto desconocido. Aquel hombre hizo acto de presencia por segunda vez para insistir en su petición, exigiendo que la muchacha debía de ser, además de joven, hermosa y que se la debían entregar a las doce del día o de la noche y que había de llegar hasta él, sola y completamente desnuda y decidida a todo.
El pueblo se reunió en aquel lugar, llamando a toda la gente con la campana de la iglesia a la hora fijada por aquel desconocido, implorándole su presencia en aquel lugar y éste, ni tardo ni perezozo se presentó. Fueron inútiles todas las súplicas del pueblo, él persistió en su demanda.
Cansados, intentaron matarlo pero sólo consiguieron provocar su burla. Riendo ruidosamente, el individuo se alejó en un caballo que parecía que al pisar, sacudía cadenas, sus pisadas arrojaban fuego y sus ojos brillaban intensamente. Cuando se perdió en el cerro en el que habitaba, la risa que emitió era ensordecedora.
Cierta ocasión, una linda mujer; con el fin de vivir un gran romance, se internó en aquellos lugares para ir en busca del desconocido pues hacía tiempo que ya no se aparecía y en el pueblo el agua se había acabado y la flora y la fauna eran muy escasas.
Tiempo después, vieron a la mujer en el pueblo, iba totalmente distinta, además de bonita se veía rica y feliz. La gente tenía curiosidad por saber cómo vivía, pues de día, su casa estaba abandonada y completamente sola; en cambio de noche la casa era un palacio que brillaba de joyas, un reír y cantar que daban ganas de disfrutar de aquello. La música era melodiosa e invitaba a bailar una danza interminable.
Una noche los vecinos decidieron espiar la casa. A las doce de la noche comenzaba aquel fandango y terminaba en la madrugada. La mujer se sentaba sola a la mesa en espera de “alguien” que había de llegar y ¡ ah! suerte maldita; a las veinticuatro horas se presentaba aquel hombre que había aterrado al pueblo con su presencia y comenzaron a bailar hasta que la mujer cayó desmayada y el hombre la tomó entre sus brazos y la llevó a sus dominios.
La voz corrió como reguero de pólvora, la gente fue a la casa y encontró mucho dinero. Platicaron con los misioneros que estaban en el pueblo y ellos fueron a bendecir este lugar y también el otro donde se aparecía el desconocido.
Después de la bendición, el dinero se volvió carbón y las joyas culebras. El pueblo volvió a la calma y volvió otra vez la paz.

BARRIL CON DINERO
(532)

Un día iban unos señores en su camioneta por la carretera. De repente, vieron un barril tirado en el camino. Se bajaron corriendo para ver qué tenía y se dieron cuenta de que estaba lleno de dinero. Se pusieron muy contentos, subieron el barril a la camioneta y se fuleron pensando qué harían para gastarlo sin que los demás se dieran cuenta de que tenían mucho dinero.
Decidieron irlo a esconder en una casa vieja. Al bajar el barril, percibieron un aroma muy raro. Entraron en la casa e hicieron un agujero en el patio. Después fueron a sacar el dinero del barril, pero al tenerlo entre las manos se les convertía en diferentes animales como víboras, arañas y al volver a dejarlo en el barril, se convertía nuevamente en dinero.
Al ver esto los señores dijeron:
-“Este dinero está embrujado”.
Decidíeron enterrarlo y esperar un poco pero allí donde lo enterraron, todas las noches se aparecía el Diablo o un perro blanco o las brujas. Entonces los señores se murieron del susto y a esa casa ya nadie se acercaba porque todas las noches se veían luces y se aparecía el Diablo en diferentes formas.
Cansados los vecinos de tantos sustos, fueron a ver al sacerdote quien fue a regar agua bendita a esa casa.
Al otro día, la casa había desaparecido.

DINERO
(533)

Dicen que en una vecindad, por las noches espantaban, en los baños y en uno de los cuartos donde no vivía nadie.
Un día cuando uno de los vecinos iba al baño, vio que de éste salían muchos inditos y que se metían al cuarto deshabitado, también vio a un perro negro que traía unas cadenas en el cuello y las iba arrastrando por toda la vecindad. Después de un rato volvieron a salir los inditos y se metieron en el baño pero ya eran más.
El señor muy asustado abrió la puerta pero no vio a nadie ni en el baño ni en el cuarto deshabitado. Muy espantado se regresó a su vivienda y ya no salió en toda la noche.
Dicen que el día que tiraron esa casa, encontraron varias ollas llenas de dinero. Por eso era que espantaban.

SERPIENTES
(534)

Cerca de San Pedro Zictepec, en un lugar llamado “Lechuguilla”; cierto día un pastor andaba cuidando sus ovejas, al llegar a una peña se subió y vio que abajo había una serpiente grandísima, enroscada.
Como no encontró nada a la mano para matarla, le aventó su gabán y se fue a buscar una vara y una piedra para matarla.
Al regresar, con mucho miedo; fue levantando sul gabán poco a poco, mientras, en la otra mano, tenía lista la vara para pegarle. Cuando levantó todo el gabán vio que en lugar de la serpiente había un saco de dinero. Tomó el dinero y se fue a su casa. En la actualidad es ya un señor y está muy rico.

INFORMANTES

Rec. No. Comunicó Edad Años Procedencia Fecha
500 Aureliano Nava 70 Zinacantepec X-10-72
500a Candelaria Quiroz 89 Toluca lll-19-73
500b Julián Rodríguez 70 Santiago Tlaxomulco ll-12-72
500c Guillermina López 26 Toluca Vl-17-72
500d Guillermina López 26 Toluca Vl-17-72
501 Gonzalo Caballero A. 72 Toluca V-23-71
502 Víctor Castillo 67 Víctor Castillo V-30-75
503 Adolfo Salazar 70 Santiago Miltepec VI-4-73
504 Juan Colín 65 Zinacantepec ll-12-73
505 Consuelo García 85 Metepec lll-25-73
506 Natalio Reyes 75 San Bartolomé Tlaltelulco V-9-76
507 José Ma. Ruiz 58 Tenango del Valle VI-4-73
508 Esperanza Gutiérrez 19 Tenango del Valle IX-14-72
509 Julio Estévez 54 Chapultepec ll-17-72
510 Esperanza Gutiérrez 19 Tenango del Valle VI-4-73
511 Roberto Alcalá 80 Santiago Miltepec VI-29-72
512 Patricia Lugarda Muciño 14 San Francisco Totoltepec I-15-80
513 Jose Meza 89 Capulhuac X-14-72
514 Patricia Lugarda Muciño 14 San Francisco Totoltepec l-15-80
515 Patricia Lugarda Muciño 14 San Francisco Totoltepec 1-15-80
516 Norma González 14 Sta. Ma. Magdalena Ocotitlán IV-9-80
517 Longines Porcayo 65 Lerma VI-2-75
518 Hortensia Baltasar B. . San Pedro Tlanixco VI-2-75
519 Candelaria Quiroz 89 Toluca Ill-19-73
520 Trinidad Gutiérrez 14 Capultitlán ll-12-80
521 Rosario Alva Quintero 14 Calixtlahuaca ll-12-80
522 Esperanza Gutiérrez 19 Tenango del Valle VI-4-73
523 Rosario Alva Quintero 14 Ixtlahuaca II-12-80
524 Beatriz Rodríguez 14 Santiago Tlaxomulco IV-9-80
525 Candelaria Quiroz 89 Toluca lll-19-73
526 Elsa G. de López 72 San Antonio de la Isla V-29-77
527 Tomasa Rodríguez 43 Amatepec V-10-72
528 Longines Porcayo 65 Lerma VI-2-75
529 Longines Porcayo 65 Lerma V-29-75
530 Ma. de Jesús Morales. 87 San Pedro Tultepec I-18-72
531 Victor Castillo 67 Santiago Miltepec V-30-75
532 Rosario Alva Quintero 14 Calixtlahuaca II-12-80
533 Estela Alonso 87 Infornavit San Francisco Ill-23-80
534 Manuel Santana 87 San Pedro Zictepec III-29-77

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